Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana... a unos 650 años luz en la constelación de Cygnus, se encuentra la estrella cuya masa es dos veces y media más grande que el Sol que asola al planeta KELT-9b.
KELT-9b, o el planeta infernal (Así ha sido bautizado por sus descubridores) tiene un tamaño que duplica al de Júpiter, y alcanza temperaturas de hasta 4300º C. Temperaturas tan altas son alcanzadas gracias a que el planeta apenas tarda dos días en completar su movimiento de traslación, y siempre muestra la misma cara. (Como nuestro satélite, la Luna)
¿Podría este planeta albergar vida?
Aquí se muestra una seria de razones por la que la vida en este planeta sería imposible:
- Tras realizar un análisis en la composición de la atmósfera, los elementos detectaron fueron hidrógeno, helio, y una gran cantidad de metales neutros. (Potasio y sodio)
- Las altas temperaturas enunciadas anteriormente hacen incompatible la presencia de agua en este planeta, requisito fundamental para la vida.
- Con los niveles de radiación ultravioleta a los que el planeta es expuesto, KELT-9b perdería toda su atmósfera en 600 millones de años, con lo que quedaría expuesto su núcleo. Además, impide la unión de átomos para formar moléculas orgánicas como agua y dióxido de carbono.
Con esta última razón surge una pequeña controversia, los dos posibles finales para este planeta gigante:
- La hipótesis con menos peso enuncia que una vez que KELT-9B pierda su atmósfera y deje su núcleo expuesto, podría estallar o incluso llegar a evaporarse.
- La otra hipótesis sopesa que en unos 200 millones de años, la estrella sobre la que rota el planeta habrá consumido todo su hidrógeno, originando un estallido que barrerá todo rastro del planeta.
En definitiva, KELT-9b ha resultado un nuevo error en el intento por descubrir un planeta para ser colonizado, pero un acierto para estudiar los misterios que engloba este maravilloso universo.
Comentarios
Publicar un comentario